top of page

Aguantando el tirón

  • Foto del escritor: victorpcarranza
    victorpcarranza
  • 11 ago 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 25 ago 2021

La verdad es que nunca pensé en escribir algo de este estilo, pero siento la necesidad de expulsar un poco de toda esta pesadez negativa que me devora por dentro.


Soy consciente, mientras escribo, que tal y como me ocurrió con la anterior publicación, tengo la sensación de que este no es el mejor lugar para expresar estas cosas, ya que la finalidad de esta página web es la de presentarme y poder encontrar un trabajo, pero a su vez, creo que estos textos también son parte de mí y sirven de presentación, una presentación que muy pocas veces utilizamos pero que es muy necesaria.


Hace unos días, estuve con unos amigos en la Cerdaña francesa, en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Dos semanas atrás, realicé un viaje con mi pareja por el norte de España. Para cualquiera que esté en su sano juicio, estos dos viajes deberían de haber sido una inyección de motivación, una carga de energía. No para mí. Estos dos viajes me han mostrado una realidad de la que, aún siendo consciente de su existencia, creía que podría esquivar.


Con la creación de esta página, se muestra una verdad absoluta: Necesito un trabajo. Pero esa verdad esconde pequeños matices que la van cargando de un sentimiento derrotista con el que hay que luchar a diario. En estos dos viajes, mi saco de matices y razones para abandonar toda esperanza ha llegado, casi, a su plenitud.


Llevo varios años en los que me he imaginado un futuro prometedor, lleno de éxitos personales. Nada fuera de lo común, pero sí cumpliendo objetivos. Un futuro en el que me sentía realizado conmigo mismo y con todas las personas que me rodean. Este futuro, pese a los golpes de la vida, siempre lo he mantenido como el principal, el único a seguir. Es este futuro o no es ninguno, esa era mi filosofía, hasta hace unos días.


Después de ambos viajes, me he dado cuenta de que vivo en una utopía. Sigo pensando en ese futuro lleno de éxitos, mientras los años van pasando y mi motivación va disminuyendo. Algo se ha descompensado y mientras veo la evolución, los progresos y los logros de mis amigos, de mi pareja, de mis más allegados, tengo la sensación de que retrocedo en cada paso que no doy.


Este año ha sacudido todo lo que tenía planeado y ha dejado en un desorden caótico ese futuro, al igual que este texto, generando tal cantidad de preguntas y de dudas en mi cabeza, que siento la misma presión de aquel titán griego, Atlas, al que Zeus condeno a sujetar el peso del cielo.


Así estoy yo, a diario, mientras como, mientras pienso, mientras escribo este texto, aguantando el peso de aquellas malas decisiones que me han llevado a esta situación. A tener que replantearme si el futuro utópico por el que aposté todo lo que tenía, ha sido una mala jugada, una mala mano o, simplemente, un farol. ¿Es tarde? Quizás. ¿Debería cambiar de rumbo? No sé si puedo o si quiero.

Mientras tanto, solo sé que debo seguir aguantando el tirón.

 
 
 

Comments


bottom of page